"La vanidad, es el amor propio al descubierto".

Bernard Le Bouvier de Fontenelle

Hombres con Peluca

Cualquier cosa que eleve la vanidad del ser humano, nunca pasará de moda, es más, si el adorno es benevolente, este se adaptara a hombres y mujeres por igual. La fantasía de siempre ser algo más, se trasladó a los objetos, las prendas, los afiches, incluso llamarte con otro nombre nos volvió seres rimbombantes.

La creación y arte de las pelucas tuvo su máxima expresión en el siglo XVIII con Luis XIV, "El rey Sol", y maximizandose con Marie-Antoinette, siendo una de las exponentes con mayor influencia en el arte de la peluquería, haciendo de lo estrafalario y Camp, el paralelo perfecto para la Revolución Francesa, porque cuando la banalidad no nos abraza a todos, las diferencias se suelen marcar más; con sus respectivas proporciones todo eso es comparable hoy día con las Drag-Queen, que literal, tanto lo que fue antes, como lo que es es hoy fue diseñado para volarte la cabeza.

Los deseos de un cierto modo reprimidos de una mujer trans, cuando se está construyendo, no exime las infancias trans. Todas jugábamos con una toalla en la cabeza a ser eso que seriamos y que era cuestión de tiempo. Pero el cabello largo y abundante representa para nosotras algo más que vanidad, representa libertad de ser, rebeldía de ser, auto creación y antes de llegar a ese punto ¡TODAS!, de algún modo, abrazamos el travestismo, y un recurso recurrente para serlo fue una peluca, esa que muchas de las Top's Maniquíes despreciaban llamándoles a quienes las usaban de manera despectiva: "hombres con peluca".

La construcción y deconstrucción de la sociedad LGBT+, debió de comenzar por si misma, pero las evoluciónes suelen tardar; que hoy se porte una peluca no solo es de lo mas común, sino que genera dinero y autoestima. Los clásicos dicen que la moda vuelve, que es cíclica y que se amolda a ese que la quiere portar, pero también es divertida y hasta sana cuando no se quieren procesos químicos. ¿Qué sería de las Drag-Queen, de los Crossdresser, de las celebridades o de las imitaciones sin una peluca?

Cuando se renuncia a lo estético queda lo natural, lo humano, pero cuando nos empeñamos en hacer público todo lo que hacemos, no se miden dimensiones, hay que llamar la atención "ser virales", con ello, lo que antes nos causaba vergüenza hoy nos afianza y engrandece, y justamente de ahí parte el orgullo que celebramos, no sólo nosotras, sino de todo aquel que ha tenido la oportunidad de toparse con alguna o varias de nosotras, porque lo distinto lleva ese hechizo de lo divertido. Muchas en esa euforia de antro cantamos : "peluca toca tacón, peluca toca tacón".

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