“Si seres tan hermosos eran desdichados, no era de extrañar que yo, criatura imperfecta y solitaria, también lo fuera.”

Mary Shelly

Transkenstein

Nadie pregunto el modo, ni el por que. No hubo una elección, tampoco una pregunta, tal vez solo la risa burlona del destino. Fui creación absoluta de algo que le llaman Dios.

Se nace con esa capacidad de consciencia de que hay algo diferente sin aún saber su significado: cualidad, genialidad o tormento eterno; nadie que lo haya vivido sabe bien a bien porque cuerpo, mente, y corazón se disocian como si fueran ajenos unos con otros, esta dismorfia corporal que vivimos tanto antes como despues resulta tan difícil de entender, por que comienza en uno y termina en uno. Cuanto rechazo de nuestros creadores, seres heterosexuados, tuvimos que soportar por no encajar en su norma, desde esa infancia trans que tanto rechazan, asi como rechazan lo natural cuando lo ven con su infinita ignorancia. Qué sabe una creación muchas veces no deseada, sino de resistencia autónoma, incrustada en la psique de una simple humanidad; ese rechazo que duele le pertenece a la moustrocidad que ha formado la normalidad, para nosotras en esta dualidad de la cuál se formó la triada no hay reparo en ello.

Este suspiro de experiencias con forma de vida, casi nos ha negado nuestra existencia y de manera vil prohibió que nos regozaramos en lo femenino, no importa si es en este tiempo o en el anterior los modos parecen no cambiar, ni en su forma ni en su estado, para ello los artilugios de los que nos hemos formado se han basado en la ciencia, en lo clandestino, y en el mito se ha reconstruido, quitado y colocado lo que de nacimiento se negó ser, jugamos con la creación de la cual ustedes formaron una religion, y cuántos de ustedes se regocijaron en nosotras con el resultado, cuántas de ellas perdieron vida en pos de una mejor, cuántas en su mala praxis lo siguen padeciendo, y despues de eso, esto es lo que somos: el nuevo Prometeo, la nueva Venus, la Eva sin Adán.

Y tú que dices ser creador y creer en el amor, tú que te dices ser buena persona pero que en este tiempo al buscarlo en nosotras no logras encontrarlo, te lo haz negado a ti y por consecuente lo negaste para nosotras; esa soberbia que tu nacimiento patriarcal te concedió viene de rincones oscuros y es ahí donde nos quieren poseer, en la oscuridad de su acción y pensamiento. Todo lo raro, lo que no encaja, lo difícil de comprender, va cargado de una inmensa soledad que con el tiempo se va recrudeciendo, es como pagar por un crimen no cometido, eso y la autodefensa nos ha refugiado en nosotras, a la par de ello fuimos o somos el deseo momentáneo que da la belleza de la juventud, estando ahí, fuimos o somos más utilizadas que deseadas. Que en las líneas de lo escrito retumbe un eco sin parar: " Gozarán de nuestra creación, pero jamás les perteneceremos "

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