“El deporte no forja el carácter, lo pone de manifiesto”Heywood Hale Brouní
Un Segundo y 75 Centésimas
La deportista Lía Thomas obtuvo medalla de oro por parte de la National Colegiate Athletic Association (NCAA) en E.U. el pasado 17 de Marzo del 2022 con un récord de 4 minutos y 33,24 segundos en las 500 yardas estilo libre. Y sólo bastó que su contrincante Emma Weyant llegará retrasada un segundo y 75 centésimas para que se desatará uno de los episodios más transfobicos realizados de manera pública a una mujer trans, sus compañeras la dejáron sola en el podio y gritaban : "salven al deporte femenino". Así se abre el debate a nivel mundial en el deporte sobre si mujeres trans deben competir a la par con mujeres cisgenero; si bien en un tratamiento de reemplazo hormonal las mujeres trans pierden un 40% de su masa muscular, tambien se ha establecido que sus niveles de testosterona tendrían que estar por debajo de los 5-10mnol/l. según el Comité Olímpico Intenacional, y contar con un año como mínimo en tratamiento de reemplazo hormonal para cualquier competidor trans. Ante tantos requerimientos unidos a los que exige cualquier deporte en cuanto a su dedicación, alimentación y esfuerzo, para los deportistas Trans, se debe de lidiar con el escarnio público y el bullying en los vestidores, lo cual convierte a cualquier deportista trans una vez más en un guerrero, en una amazona no sólo de cuerpo sino de lo más importante, la mente. Pocos son los espacios en donde la comunidad trans puede destacar y no es por falta de capacidad, sino por falta de oportunidad, en ese sentido demos gracias a la heteronormatividad que nos ha puesto el pie una y otra vez con reglas absurdas. Lo que es una constante en el ser humano de buscar siempre cualquier pretexto el mas minimo para exteriorizar lo más profundo de si, sobre todo de aquello a lo cual le tiene miedo por el simple hecho de no conocerlo; dentro del rechazo deportivo por parte de los contrincantes hacia la comunidad Trans, se esconde una transfobia equivalente a un segundo y 75 centésimas. El caso de Michael Phelps con una deformidad congénita que lo hace más alto y flexible de manera natural o más aún el de Caster Semenya que su hiperandrogenísmo la hacia tener grandes cantidades de testosterona de manera natural y que fue obligada a bajar esos niveles de manera química. Si bien lo que decía el cantante y compositor Juan Gabriel: " lo que se ve no se juzga " no parece adecuarse a los estándares de belleza física establecidos, y es un pecado que para cualquier persona que transiciona siga conservando aún los rasgos naturales que tuvo al nacer. Para Phelps no hubo un cuestiónamiento de algo que le daba ventaja sólo por ser un hombre blanco heterosexual, pero si una condena para Semenya que siendo una mujer cisgenero fue expuesta como algo raro por no lucir lo suficientemente femenina. Si bien en el deporte local o mundial no se compite en una igualdad de condiciones por el simple hecho de que todos somos diferentes, es el reconocimiento al esfuerzo lo que se valora en cada competidor, por eso esta polémica nos ha vuelto a poner en el ojo público, exponiendonos una vez más al rechazo, la discriminación, la invisibilidad y la negación, o sea el día a día para cualquier persona trans. TU NEGACIÓN NO AYUDA y recordemos que tendrás hijos o nietos que serán parte del colectivo LGBT+ y que gracias a las que no se estan dejando humillar hoy sean las que esten formando la libertad del mañana.
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