“El peor pecado hacia nuestros semejantes no es odiarlos, sino tratarlos con indiferencia: esa es la esencia de la humanidad .ón.”

George Bernard Shaw (1856 – 1950) Escritor irlandés

Una Marcha Más

Con el orgullo en la boca, cada año celebramos una marcha más, una marcha sin pies ni cabeza y bajo los intereses monetarios por demás ocultos. Ese fenómeno de nuestros tiempos de querer facturarlo todo, solo suma a la causa los intereses personales de unos cuantos que sólo quieren por demás utilizarnos. Este nuevo objeto de deseo llamado mes del Pride paso de ser una manifestación reprimida a una manifestación consumida; empresas y su marketing hacen su aparición por mera conveniencia, algunas de esas empresas con el paso del tiempo mostraron su verdadera cara, el apoyo nunca existió, siempre fue superficial. Cualquier parecido con la realidad de un hombre hetero por el gusto hacia las trans, es mera coincidencia.

Aunque con el paso del tiempo los objetivos pueden desvirtuarse, la causa de las libertades con derechos de ley siguen siendo las mismas, ante esta mayor visibilidad dada por lo comercial, nos han tachado de proges, de wokes, de destruir familias. La respuesta a todo eso ha sido multicolor, incluso de desnudez, ese simple acto de desgarrarse las vestiduras es tan antiquísimo que nos mostraba la indignación ante un suceso, tanto el pasado como el presente suelen parecerse cada vez más. Para los guías de la moral, las consignas gritadas en alta voz son por esos hechos violentos ocurridos en más de una vez y por décadas, incluso generadas desde esa familia que tanto dicen defender, como si el ocultar la mierda debajo del tapete ayudara en algo. Aquí todo está podrido, y apesta a INDIFERENCIA de todos los sectores de la sociedad y del gobierno, que en su estructura son tan pequeños que ante grandes problemáticas prefieren callar y ocultar los datos. El asesinato de Sara Millerey González ocurrido este año en Antioquia, Colombia sigue impune, sus agresores le rompieron brazos y piernas para después ser arrojada a un río, pidiendo auxilio aún en estado agonizante le filmaron para después ser expuesta en redes sociales.

Es cierto, en pleno 2025 tendremos una marcha más, y mientras se sigan cometiendo delitos por ser homosexual o trans, les guste o no, nuestro colectivo seguirá teniendo razón ¿Cuál es la de ustedes el atacarnos? El odio y la saña con la cual a las trans en particular nos violentan rebasan los límites de la lógica, misma que quieren implantar en sus discursos, uno de los más recientes y dichos en éste mes fue el de la escritora J. K. Rowling, haciendo una comparación de la magia de Harry Potter con una mujer trans diciendo que: "ninguna de las dos existe, quien desee confirmarlo que tome una escoba y se arroje del techo de una casa". Si no existieramos, entonces con quien pelea tanto la transfobica escritora.

El hecho de que la diversidad nos haya sobrepasado en todas sus terminologías y en su seuda imposición, para nada cambia el hecho de que México como tal siga siendo el segundo país con más muertes violentas hacia la comunidad; los derechos ganados actualmente han tenido que actualizarse a los tiempos vividos y seguiran actualizándose por que el pensamiento humano es cambiante, voluble y hasta bipolar. Lo que somos, lo que fuimos y lo que seremos: ni se pega, ni se contagia, en dado caso se antoja, por eso somos su obsesión.

La imagen de Rowling levantando la copa en una mano y puro en la otra, es tan autoritariamente machista como las leyes que son aprobadas por aquellos que no viven lo que promulgan, hombres fervientemente heterosexuales decidiendo el como debe vivir y pensar todo aquel que no nació biológicamente hombre, blanco, heterosexual y millonario. En nuestra idiosincrasia judeo-católica-cristiana, ni Adán con Eva se atrevió a tanto.

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