Zitadina

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“Si tu opinión niega derechos humanos a otras personas, no es opinión, es discriminación.”

Anónimo

 

Transfóbicas

 

Pequeña Niña Trans

 

Fue una celebración, con el puño levantado; en grandilocuente victoria mujeres evidentemente heterosexuales gritaban: ¡ganamos!, ¡vencimos! Es inconfundible esa sonrisa que se esboza desde la soberbia que da el privilegio. En un histórico retroceso, el Tribunal Supremo del Reino Unido establecío de manera legal que: "Toda mujer que naciera biológicamente mujer, será considerada como tal", dicha ley obviamente dejará a todas aquellas que no nacieron mujeres en la ilegalidad del olvido. A las trans una vez más la vida nos escupe en la cara, es como si la discriminación fuera ese perro fiel que nos muerde y no nos suelta.

 

Ese odio disfrazado de educación y valores, ese odio disfrazado de fanatismo religioso, ese odio disfrazado de gusto por las trans, ese odio disfrazado de lógica biopolítica, todo ese odio lleno de carcajadas nos esta matando a una por una, pero hay algo muy grave en todo eso; ese odio victorioso que celebraron, tarde que temprano los matará tambien. Esa facilidad con la cual se pisotean los Derechos Humanos disfrazados de legalidad, es la tierra de cultivo perfecta para los intolerantes; cuando los exterminios comienzan siempre son las minorías las primeras que lo padecen, pero ¿quién en este vasto mundo no es una minoría? Incluso ricos y poderosos son minoría, su única virtud es la facilidad que les brinda el dinero para tener poder.

 

La humanidad entre más intenta avanzar más retrocede, con un mayor enfasis se muestran aquellos que no les conviene la evolución, para ello las redes sociales maximizan sus ideas más no los intereses ocultos que hay detrás, aunque muchos de ellos tengan en su núcleo familiar algún personaje LGBT+, sus ideales asentados bajo el poder pueden resultar peligrosos en el futuro porque hacen eco; un ejemplo de ello son: Musk, Trump y Rowling atacando al vulnerable porque pueden, porque quieren; desde lo alto de sus mansiones la vida no se ve igual, aquellos que les aplauden como monos entrenados no saben que el poder es muy celoso y que incluso su normatividad no les alcanza para pertenecer a la élite.

 

La historia la cuentan los vencedores, pero los vencidos también tienen su historia, la cuentan desde el orgullo que les da la resistencia, desde esas muertes que solo vieron indiferencia, pero la historia también la cuentan aquellos que se decían empaticos pero que por cobardes se quedaron callados. Nuevamente lanzo la pregunta ¿Quién ve un futuro para las trans? Aquellas mujeres transfóbicas que celebran nuestra desgracia, también traicionan los valores del feminismo, traicionan la empatía, traicionan la sororidad, ¿cuántas de ellas realmente cumplen con el canon de lo femenino?. Hoy prohiben nuestra existencia, pero el día de mañana serán canceladas las mujeres que porten pantalón y cabellos cortos, seguiran las que no usan zapatillas y maquillaje o las solteras o las que trabajan en un puesto de liderazgo; odiarnos es escupirle al cielo para que les caiga en la cara, tenemos tanto en común, pero nosotras con una desventaja, nadie nos perdona que hallamos renunciado a la hombría, incluso para algunos es imperdonable llegar a la vaginoplastia.

 

La imagen de Rowling levantando la copa en una mano y puro en la otra, es tan autoritariamente machista como las leyes que son aprobadas por aquellos que no viven lo que promulgan, hombres fervientemente heterosexuales decidiendo el como debe vivir y pensar todo aquel que no nació biológicamente hombre, blanco, heterosexual y millonario. En nuestra idiosincrasia judeo-católica-cristiana, ni Adán con Eva se atrevió a tanto.

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