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Zitadina

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                                   "Me opongo a la violencia, porque cuando parece causar el bien éste solo es temporal, el mal que causa es permanente".

Mahatma Gandhi (1869-1948) Político y pensador indio.

 

 

 

Violento

 

 

 

Violento

 

Decirse bueno o malo por naturaleza es tan complicado como serlo, el detonante para que ambas crezcan requiere del ambiente en donde se forme cada virtud o defecto que de ello emana. Mucha de la pobreza espiritual y económica que tenemos afecta de manera directa la visión que tenemos de los demás, aunque formemos parte del mismo circulo de bondad o de maldad. 

 

La violencia generada desde los adentros tal vez es la peor, en cuanto más libertad mental tenemos más complicado se vuelve el ambiente donde se desarrolla esa libertad, se maximizan los polos y se centralizan los miedos.  

En los últimos años la apertura de la gente Trans en una sociedad tan marcada por las diferencias se ha vuelto más explícita por los medios de comunicación, como: Facebook, Twitter o WhatsApp, que buscan hacerse  notar (muchas veces a manera de escándalo) y usan a cualquier tipo gente para ello. El escarnio público de la gente hacia la comunidad LGBTTTIQ, en específico de las mujeres trans, cuando estas son violentadas es tan alarmante como cuando ocurre con las mujeres biológicas, la diferencia es que las primeras siguen siendo descalificadas por ser lo que son, entre lo escrito por la gente amarillista el insulto recurrente es: "hombres vestidos de mujer".

 

La razón de los insultos cuando son evidentes, pareciera que están diseñados para que no olvidemos nuestra carencia, y esta se agudiza cuando una trans insulta a otra trans, si desde la comunidad nos sobajamos esta nos hunde a los infiernos de todos nuestros traumas, el agredir cierto que libera nuestra irá, pero refleja el asco que llevamos por dentro.

 

La peor de las violencias son aquellas que van a acompañadas del "te quiero".  Si tu presencia es causante de vergüenza jamás lo solucionará el amor; estamos tan mal acostumbrados al positivismo de la gente que la realidad supera cualquier boca dulce. Cada vez que la almohada toca mi cabeza compruebo que no hay mejor perfección que el estar solo o sola, el hecho de ser aceptado y quedar bien con los demás solo desgasta; ni el amor, ni el sexo, ni la violencia son tan necesarios como lo es el dinero, incluso con él (el dinero) te vuelves la persona más amada y deseada del mundo, eso lo saben más que yo las personas que le han puesto un precio a su dignidad, y que tan violenta se vuelve la dignidad cuando se tiene que comprobar, o estorba, o está de más, pero siempre es un aliciente para seguir adelante. El mundo no se concibe sin violencia, sin su referente que es el amor, tampoco sin dinero y sin dignidad, pero siendo sinceros si queremos unos minutos de paz deberíamos de empezar por dársela a nuestra propia maldad disfrazada de bondad.

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