“Es mejor ser odiado por lo que eres, que ser amado por lo que no eres”.
André Gide


Restroom
El sexo dejó de ser natural y se volvió tabú, o algo artificial inventado por la pornografía, la razón es que ya nadie lo conoce, se ha tapado con telas, se ha cubierto de miedo. Tenemos miedo. El sexo nos da miedo, lo sexual da miedo, tenemos un miedo enorme incluso a nosotros mismos. Una vulva no te vuelve mujer, un pene no te vuelve hombre. ¿Qué nos queda de algo que no pedimos tener? Tal vez por eso mismo es mejor ocultar cada centímetro, cada borde, cada pliegue de nuestro sexo, a veces es mejor no ser, o al menos eso quieren y piden algunas gentes para los y las Trans, nos volvimos para las buenas y las malas conciencias una "incomodidad sanitaria" que está de moda a nivel mundial.

La polémica de ser estorba, y esto da pie a que separemos las diferencias ya que es imposible juntarlas, sobre todo cuando hablamos de desechos corporales, porque incluso los orines y el excremento se separan, o eso pretende la sociedad que otorga equidad a todo género existente siempre y cuando este no defeque.
No existe una guía para tratar a la gente trans, sin embargo si existen todos los métodos para discriminarlos, pero el más absurdo ("que es el humano") es el de las necesidades básicas y más cuando estas deberían de ser PRI-VA-DAS; pero como la estupidez nunca viene sola, un grupo de conservadores niegan el uso de los sanatorios públicos a todo ser que no encaje en las normatividades de su absurda cabeza, el enfado viene para estos "radicales" y para aquellos que les han dado voz, y ese enfado es muy simple: un sanitario está conformado de tres paredes y una puerta.

Si en esa privacidad se ha ofendido a alguien, sin duda fue a un idiota. Es bien sabido que ninguna trans en su sano juicio y que se asume en el papel que desea ser respetada, mostraría sus genitales en un baño público, así de simple.
En la lógica de los absurdos o te validas o te vuelves práctico, y eso lo hace cualquier ser humano; si un hombre trans carece de pene es obvio que no orinará de pie, si una mujer trans carece de vagina por ende se sentara en el retrete (según su lógica), pero si la practicidad se vuelve necesaria, quien pueda orinar de pie dependiendo su situación y sus circunstancias, que lo haga, tres paredes y una puerta no dirán nada, se quedarán callados, jamás sabremos de centímetros, bordes o pliegues, y para ser sinceros somos tan asquerosamente finos los unos de los otros que no nos debería importar saber que tienen los demás entre las piernas.

Es tan absurda la separación que pretenden implantar acerca de los sanitarios públicos que incluso quieren que existan baños para hombres, para mujeres y para gente "queer", que en ese baño entraríamos todos aquellos que no nos identificamos con nada en específico y con todo a la vez (así de loco). Es tan tonto todo esto que el siguiente paso será que tengamos en cada hogar un baño por persona para no herir susceptibilidades, ya que es evidente que en una familia hay diversidades aunque estas vengan de una misma educación.

Que una ley gubernamental proteja a los "débiles" no es el triunfo ganado de nadie, esa es una obligación del Gobierno, y eso nos vuelve conscientes de la ley, más no sensible ante ella. Cuando vulneramos lo privado lo hacemos público de inmediato, por eso engrandecemos las pequeñas mentes que juzgan. Hay que gritarlo, hay que escandalizarlo, hay que exhibirlo, si no es ostentosa la discriminación esta no tiene valía, somos el caldo de cultivo para cualquier Lord o Lady que quiera nacer.

No existe ninguna ley, ningún movimiento que nos salve a todos los lastimados, si algunos subsisten y viven es gracias a que hay buenas personas en este mundo (sin importar su género) que los validan porque son humanos. A conciencia así es como realmente se divide el mundo, entre malas personas y buenas personas.

Zitadina

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                                   "Es mejor ser odiado por lo que eres, que ser amado por lo que no eres".

André Gide

 

 

 

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Machos en Tacones

 

El sexo dejó de ser natural y se volvió tabú, o algo artificial inventado por la pornografía, la razón es que ya nadie lo conoce, se ha tapado con telas, se ha cubierto de miedo. Tenemos miedo. El sexo nos da miedo, lo sexual da miedo, tenemos un miedo enorme incluso a nosotros mismos. Una vulva no te vuelve mujer, un pene no te vuelve hombre. ¿Qué nos queda de algo que no pedimos tener?  Tal vez por eso mismo es mejor ocultar cada centímetro, cada borde, cada pliegue de nuestro sexo, a veces es mejor no ser, o al menos eso quieren y piden algunas gentes para los y las Trans, nos volvimos para las buenas y las malas conciencias una "incomodidad sanitaria" que está de moda a nivel mundial.

La polémica de ser estorba, y esto da pie a que separemos las diferencias ya que es imposible juntarlas, sobre todo cuando hablamos de desechos corporales, porque incluso los orines y el excremento se separan, o eso pretende la sociedad que otorga equidad a todo género existente siempre y cuando este no defeque. 

No existe una guía para tratar a la gente trans, sin embargo si existen todos los métodos para discriminarlos, pero el más absurdo ("que es el humano") es el de las necesidades básicas y más cuando estas deberían de ser PRI-VA-DAS; pero como la estupidez nunca viene sola, un grupo de conservadores niegan el uso de los sanatorios públicos a todo ser que no encaje en las normatividades de su absurda cabeza, el enfado viene para estos "radicales" y para aquellos que les han dado voz, y ese enfado es muy simple: un sanitario está conformado de tres paredes y una puerta. 

Si en esa privacidad se ha ofendido a alguien, sin duda fue a un idiota. Es bien sabido que ninguna trans en su sano juicio y que se asume en el papel que desea ser respetada, mostraría sus genitales en un baño público, así de simple.

En la lógica de los absurdos o te validas o te vuelves práctico, y eso lo hace cualquier ser humano; si un hombre trans carece de pene es obvio que no orinará de pie, si una mujer trans carece de vagina por ende se sentara en el retrete (según su lógica), pero si la practicidad se vuelve necesaria, quien pueda orinar de pie dependiendo su situación y sus circunstancias, que lo haga, tres paredes y una puerta no dirán nada, se quedarán callados, jamás sabremos de centímetros, bordes o pliegues, y para ser sinceros somos tan asquerosamente finos los unos de los otros que no nos debería importar saber que tienen los demás entre las piernas.

Es tan absurda la separación que pretenden implantar acerca de los sanitarios públicos que incluso quieren que existan baños para hombres, para mujeres y para gente "queer", que en ese baño entraríamos todos aquellos que no nos identificamos con nada en específico y con todo a la vez (así de loco). Es tan tonto todo esto que el siguiente paso será que tengamos en cada hogar un baño por persona para no herir susceptibilidades, ya que es evidente que en una familia hay diversidades aunque estas vengan de una misma educación.

Que una ley gubernamental proteja a los "débiles" no es el triunfo ganado de nadie, esa es una obligación del Gobierno, y eso nos vuelve conscientes de la ley, más no sensible ante ella. Cuando vulneramos lo privado lo hacemos público de inmediato, por eso engrandecemos las pequeñas mentes que juzgan. Hay que gritarlo, hay que escandalizarlo, hay que exhibirlo, si no es ostentosa la discriminación esta no tiene valía, somos el caldo de cultivo para cualquier Lord o Lady que quiera nacer.

No existe ninguna ley, ningún movimiento que nos salve a todos los lastimados, si algunos subsisten y viven es gracias a que hay buenas personas en este mundo (sin importar su género) que los validan porque son humanos. A conciencia así es como realmente se divide el mundo, entre malas personas y buenas personas.

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