“Los fanatismos que más debemos temer son aquellos que
pueden confundirse con la tolerancia”.
Fernando Arrabal (1932-?) Dramaturgo, poeta y novelista español

 

Zitadina 2012

 

 

Con los Ojos del Asco        

                  (Marcha LGBTI 2012)


 

 

Como cada año capitalinos emborregados salen a manifestar algo que consideran “su derecho”, (sin obligaciones) y lo que debería seguir siendo un día de fiesta y de supuesto orgullo se ha convertido en el hazme reír correcto para todos aquellos que nos miran con los ojos del asco, y que desafortunadamente no se a conseguido absolutamente nada. Cuando las marchas por el orgullo de ser diferente se politizan, todo vale un cacahuate, y a decir verdad, vivimos en tiempos donde la supuesta igualdad se ha prostituido a tal grado, que dejó de ser una verdad, dicho sea de otro modo ya cualquiera quiere hacer de toda tontería un manifiesto.


Si en la forma del pedir esta el dar, me pregunto si acaso la manera correcta de pedir respeto para cualquier gente es la de exhibir sus miserias al aire y hacer un estandarte de ello; poco creíble será la petición que sin duda estará destinada al fracaso absoluto. Y es que tardamos en entender que cuando se forma parte de un grupo, secta o de una pequeña sociedad, esta nos aleja de la realidad universal en donde nada ni nadie es tan diferente de lo que se aparenta; repito, desafortunadamente la igualdad nos aleja de la realidad que en si es diversa, ya que se vive, se siente y se ama de la misma forma y con el mismo resultado, que no necesitas de nadie para creértelo.


Sin embargo cualquier alarde que incite a la urbe a pensar en plural será la conveniencia de unos cuantos, sobre todo de los supuestos organizadores mafiosos junto con los dueños de antros que ocultan los verdaderos intereses. Y no estoy en contra de lo que genere un negocio, ni empleos, pero si en contra de aquello que se disfraza de las “buenas voluntades”. Mucha de la honestidad con la cual algunos se dicen pronunciar queda en el piso por donde pasan los desterrados hijos de la discriminación.


Apocalíptico resulta esta comunidad LGBTI que se desgarra las vestiduras a la menor provocación, tirándose al barranco agarrados de la locura se van guiando del fanatismo absurdo, en donde lo que nos hace diferentes y únicos lo están matando poco a poco y con ese poco nos estamos volviendo en aquello que según nosotros jamás nos identifico y se llama heterosexualidad.


Cuando los conceptos de que yo soy la diferencia y tu eres lo normal mueran, ese día se acabaran los manifiestos absurdos que lo único que hacen es dividir más; existe una frase que aplica en todos los casos “Ama a tu projimo, como a ti mismo”, y aunque eso sea mucho pedir, yo podría simplificarlo ha “Respeta a tu prójimo como deberías respetarte a ti mismo”, la pregunta que sigue a la supuesta marcha del orgullo es: ¿. . . . . . . . . .? (formulela usted mism@).


 

 


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